sábado, 4 de abril de 2009

son reales... dedicado a Óscar Solsona

Tuve que sentarme unos instantes cuando acabé el cuadro, reflexionar sobre las arrugas, las mias...

Me entregué irremediable y consciente a sus arrugas,
a supiel caída
a sus zapatillas bajo la cama
a sus deseos de muerte
intentando que el dolor fuera un secreto compartido
entre las baldosas del lavabo, entre las sábanas de orín, entre pañales
suspiros
lentos y frágiles
con los mios ataviados con sonrisa
ocultando
sus cuerpos sin piel
desnudos
fríos.
Mata ver sus desconsuelo cuando despiertan por la mañana,
pero volvería a matarme irremediable y consciente
para agradecer cada una de las vidas que me regalaron
que me atribuyeron
fui hija
madre
enfermera
esposa
persona
su memoria no distinguia entre roles
solo distinguia caricias, palabras.

Mata el silencio cuando duermen,
son reales

1 comentario:

  1. muchas gracias por dedicar pintura y palabras a ellos, a nosotros...

    muás,
    òscar.

    ResponderEliminar